jueves, 2 de diciembre de 2010
Nunca pude borrar tus mensajes, aquel mail que a cada momento en la temprana partida atormentaba mi bandeja de entrada. Ni siquiera el enlace guardado de aquella nota, donde le aseguraste a la Luna que nos volvería a encontrar. Qué diría ahora la luna si nos viera así, rotos, en mil pedazos, dando pena, desperdigados por los suelos que casi nadie ya se anima a transitar.
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2 comentarios:
Ay, Maritaieme :/
Y, huginsilence, es lo que hay...
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